A todos los integrantes de Familia Camiliana y quienes siguen los ejemplos y enseñanzas de San Camilo de Lelis en La Argentina

“Más corazón en esa manos” pedía Camilo de Lelis, cuando él y sus compañeros asumían el servicio corporal y espiritual de los enfermos en los Hospitales de Roma y toda Italia del siglo XVI. Corrían presurosos a socorrer a los enfermos, especialmente a los más pobres y abandonados de la sociedad.  Si bien el número iba creciendo, no le importaba tanto la cantidad de enfermos, sino la calidad con que se les atendía. se acrecentaba el número de enfermos y Camilo es inspirado por Dios en la necesidad de purificar el servicio a los pobres enfermos  con una mayor calidad. Reflexionamos hoy ¿cuánto necesitamos de esta inspiración del Santo?; y cuando consciente o inconscientemente buscamos el éxito personal sin Dios,  nos preguntamos ¿será verdad que quien mucho abarca, poco aprieta?. Por eso, habrá que hacer el bien y ese bien, bien hecho. Es la certeza que asumió como norma de vida un seguidor de Camilo, el P. Luis Tezza.

El corazón, ámbito de los más elevados sentimientos y valores del ser humano, es para Camilo la raíz de toda actividad de servicio. Un digno seguidor suyo asume el desafío de sintonizar las manos con su corazón, para que su servicio resulte como una dulce melodía para el mundo y no sea solo como un tambor que resuena solitario. Reflexionamos: ¿lo que hago, lo hago con amor verdadero y desinteresado o de alguna manera busco gratificaciones personales?. ¿Permito a Jesús que sea él quien obra a través de mis manos y de mi presencia?. Él quiere sanar nuestro herido corazón para que juntos podamos sanar otros corazones rotos. Permitámonos acortar la distancia entre el corazón y las manos. Hace falta manos que se extienden para tocar la carne de Cristo en el enfermo; manos que no se cierran en el egoísmo, sino que se abren en la solidaridad y la ayuda desinteresada; haciendo los gestos de salvación.

La consigna eclesial para este año no puede ser más Camiliana: “Misericordiosos Como el Padre”. Nos desafía a afianzar nuestro sí al Señor. En el año de la Misericordia nos sentimos enviados a poner más corazón en nuestras manos y así dar forma al castillo divino de las obras de misericordia corporales y espirituales en el compromiso del encuentro gratuito con los hermanos que sufren.

14/07/2016

iFeliz Fiesta de San Camilo a todos!.

1. Neiber Cabrera